Pintores Mexicanos

Zarraga Ängel

Fecha de Nacimiento(Defunción):1886-1946

Nombre: Zárraga Angel
Fecha de Nac: Durango, Dgo. (1886-1946)
Sinópsis Biográfica: La pintura le atrajo desde su niñez, y esto lo hizo abandonar su provincia lejana, después de terminar su preparatoria, y trasladarse a la ciudad de México, e ingresar en la Academia de Bellas Artes de San Carlos, de la que fue alumno distinguidísimo y donde realizó varias exposiciones que le dieron incipiente fama, y la ocasión para ir a Europa a perfeccionar sus conocimientos pictóricos. Marchó a Europa en 1904, estudiando en la Academia Real de Bruselas, radicando luego en París, donde trabajó hasta antes de la Primera Guerra Mundial, al lado de los grandes maestros de la pintura, no sin haber estado antes en Italia y España.En 1910 Había fijado su residencia, al parecer definitivamente, en el barrio de Montparnasse, y al año siguiente exponía por primera vez en el Salón de Otoño, figurando entre los iniciadores del cubismo, al lado de Picaso, Juan Gris, Bécquer y otros, aunque estuvo más cerca de Delauney, que de los otros. Ya fincado en París, le atrajeron las creaciones de grande aliento. Decoraciones y frescos suyos surgirían en las iglesias de Sorensen, Rabell, Mendo; en el castillo de Vertcoeur y en la Ciudad Universitaria. En París fundó su hogar, y por encargo de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México, decoró la Legación de México en París, que luego fue la Embajada. Fue a España, y permaneció largos meses en Burgos, Segovia, Avila, Salamanca y Madrid; no quería dejar Toledo, donde pintó con todo entusiasmo. Su alma de artista vivió bajo los cielos de Florencia, Venecia, Verona y Roma; recorrió la Sicilia y fue a Asís. Pintaba y escribía, y regresó a París, no sin pasar brevemente por Holanda, otra tierra de arte pictórico.En Francia le tocó pasar allí toda o gran parte de la Primera Guerra Mundial. Ya entonces era maestro, y se le encomendó la tarea de dar lecciones a los soldados americanos con vocación a la pintura, cuando la batalla había cesado y los jóvenes, desmovilizados, se disponían a reanudar su vida civil. Fue también maestro en la famosa “ Chaumiére “. Durante la reconstrucción de Francia fue llamado para decorar iglesias reedificadas o restauradas en el noroeste de Francia, y no solo allí, sino en las inmediaciones de París se le confió la decoración de una nueva iglesia, de construcción moderna, en el pueblo suburbano de Surennes. Allí desplegó su fervor y todo su arte en una serie de encaústicas que representan episodios de la vida de la “ Virgen María “.Su obra mural es copiosa, quizá la más importante de su carrera. En 1922 pintó la del castillo de Vert Coeur, en Chevreuse, cerca de Versalles. En 1924 decoró la encáustica de la cripta de Nuestra Señora de la Salette, en Suresnes. En 1926, la iglesia de los Mínimos, en Réthel. En 1927, los salones de nuestra Legación en París. En 1932, la iglesia de Fedhala, en Marruecos; el fresco del Redentor, en Guébriant; y el fresco de la “ La Casa del Café “, en la Plaza de la Opera de París. Numerosos son los retratos que ejecutó también en Francia; entre ellos los de los artistas: Renoir, Bonard, Louise Hervieu; de los escritores: Lucien Romier y Eugenio d´Ors. En México, en las galerías del Palacio de Bellas Artes, hay varios óleos y dibujos suyos: “ Mala Consejera”, “ Alegoría de Otoño “, “ Vieja Segoviana “, “ Cabeza de Estudio “ y “ La Mujer del Espejo “.Vuelto a la patria, después de larguísima ausencia, con motivo de la Segunda Guerra Mundial, Zárraga prosiguió infatigable, pintando para su país. Pintó algunas decoraciones profanas, en el Club de Banqueros del Edificio Guardiola, y algunas otras, pero sobre todo religiosas.Su obra monumental, en México, fue la decoración de la Catedral de Monterrey, de cuya obra dijo González de Mendoza: “ El conjunto es admirable y no lo son menos los detalles. Las figuras son de gran belleza. Impresión y espiritualidad elevada y de serenidad: esfuerzo libre de angustia; movimiento, mas sin vana agitación; pathos y no sentimentalismo. Todo es ahí mesura y armonía “. Terminada esa grandiosa obra, se dispuso a ejecutar, en La Ciudadela de la ciudad de México, los murales para la Biblioteca México allí alojada. Se proponía realizar cuatro murales, con los temas de: “ La Voluntad de Construir “, “ El Triunfo del Entendimiento “, “ El Cuerpo Humano “y “ La imaginación “. Sólo alcanzó a concluir el primero de los cuatro, en el que realizó 12 figuras humanas: 10 viriles, una femenina y una infantil, sobre un fondo gris plomizo, en el cual destacan siete columnas blancas, dos cabezas de serpientes, en versión precortesiana, una cruz y una bandera, como elementos plásticos, todos éstos, de los que se sirve para arquitecturar una perfecta composición. A la exposición de Artes Plásticas, celebrada en Bellas Artes en 1946, envió Zárraga, un cuadro que tituló: “ Lupe, Dalí y Yo “, cuadro de caballete que se compone de un desnudo de Zárraga, otro de Dalí y otro de Lupe, pintado por Zárraga; y aún alcanzó a pintar otras telas, entre ellas “ La Niña de la Luna “, “ Desnudo de Caracol “ y “ Desnudo de la Playa “. No pintó más, pues la muerte lo sorprendió el 22 de septiembre de 1946, cuando se disponía a subir a los andamios, para iniciar el segundo de los cuadros de La Ciudadela.
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Lic. Heriberto García Rivas. “ Pintores Mexicanos “. Ed. 1970 p. 133

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