Pintores Mexicanos

Tamayo Rufino

Fecha de Nacimiento(Defunción):Oaxaca (1899-1991)

Rufino Tamayo (1899-1991)
Es uno de los grandes maestros de la pintura mexicana y universal del siglo XX. Nació en  Oaxaca en 1899 y vivió en la Ciudad de México, Nueva York y París. Su amplia obra ha destacado por un extraordinario manejo del color y por la vibración de la luz.  Los temas  recurrentes en su trabajo plástico son la preocupación cósmica y el destino humano. Ha influido notablemente en muchos artistas de distintas latitudes a través de la creación de un trabajo que combina con excesiva creatividad profundas raíces étnicas de México con las tendencias más modernas de la plástica.  Su legado artístico abarca murales, pintura de caballete, vitrales y obra gráfica.  Murió a los 92 años y en la Ciudad de México hay un museo que lleva su nombre.

Rufino Tamayo
Nació en Oaxaca en 1899 y en 1917 se inscribió en la Academia de San Carlos. En 1926 realiza su primera exposición individual en la ciudad de México, posteriormente reside entre México y Estados Unidos hasta que en 1950 se traslada a Europa, al tiempo que se instalaba la Sala Tamayo en la Bienal de Venecia. Realizó durante su vida 172 exposiciones en varios países de cuatro continentes : en 1987 se mostraron 700 obras en el Palacio de Bellas Artes de la ciudad de México; las exposiciones de su trabajo mural realizado tanto al fresco como con vinylitas sobre tela se conservan en algunas instituciones de México y de Estados Unidos. Logró por sus destacados méritos   varias distinciones: en la Bienal de Venecia de 1950, en la Pittsburg International Exposition de 1952 y en la II Bienal de San Pablo Brasil de 1953. En su ciudad natal dejó un legado de valor invaluable : el Museo de Arte Prehispánico Rufino Tamayo además de la casa hogar para ancianos Los Tamayo. En la ciudad de México, el Museo que lleva su nombre conserva su legado artístico que son importantes obras del arte contemporáneo mundial que Tamayo regaló a su país. Murió a los 92 años de edad el 24 de junio de 1991.

Rufino Tamayo

Nació el 26 de agosto de 1899 en La ciudad de Oaxaca. Llegó a la Ciudad de México en 1911. De 1917 a 1923 asistió a la Academia de Bellas Artes. En 1926 hizo su primera visita a Nueva York, exponiendo en la Galería Wayhe. En 1932 fue nombrado jefe del Departamento de Artes Plásticas de la Secretaría de Educación Pública. En 1936, al ser comisionado como delegado al Congreso de Artistas en Nueva York, fijó su residencia ahí por muchos años.

Entre 1936 y 1948, antes de su viaje a Europa, realizó numerosas exposiciones en Estados Unidos -principalmente en Nueva York y en México. En 1948 el Palacio de Bellas Artes le organizó una retrospectiva homenaje por sus primeros 25 años de pintor. En 1949 viajó a Europa, instalándose en París. En 1950 la Bienal de Venecia le dedicó una sala en donde expuso 16 obras. De esta fecha al presente son innumerables las exposiciones que ha presentado en las mejores galerías y museos del mundo.

Ha obtenido numerosos premios y distinciones: en 1952 el Tercer Premio en la Exhibición Internacional Carnegie, en Pittsburgh, Estados Unidos; en 1953, junto con el francés Manessier, el gran precio de pintura de la Bienal de Sao Paolo, Brasil; en 1955 el Segundo Premio en la Exhibición Internacional Carnegie; en 1960 obtuvo el premio de la Fundación Guggenheim, en Estados Unidos, y el Premio Internacional de la Bienal de México; en 1961 fue elegido miembro del Instituto y Academia de Artes y Letras de Estados Unidos; en 1964 recibió el Premio Nacional de Arte en México; en 1968 el Palacio de Bellas Artes en México le organizó una exposición homenaje por sus 50 años de pintor; en 1969 obtuvo el premio "Irico Reggino" de Regio Calabria, Italia, y el premio Calouste Gulbekian de Francia; en 1970 recibió la condecoración de Oficial de la Legión de Honor en Francia; en 1971 fue condecorado como Comendador de la República Italiana; en 1985 fue designado miembro de la Royal Academy de Londres y premiado en la Trienal Internacional de Obra Gráfica en Grenchen, Suiza; en 1986 la Bienal de San Juan del Grabado Latinoamericano y del Caribe, en Puerto Rico, le rindió homenaje con una sala especial celebrando los cuarenta años de su obra gráfica; en 1987 el gobierno mexicano le hizo un homenaje por sus setenta años de labor artística, iniciándose con una gran muestra de litografías en la Casa-Museo Diego Rivera, en Guanajuato, dentro del XV Festival Internacional Cervantino.

En 1981 se inauguró en la Ciudad de México el Museo Internacional que lleva su nombre. En los años treintas realizó grabados en madera y posteriormente litografías. Ediciones importantes en su obra gráfica son: 26 litografías para la Fundación Ford en el Tamarind Workshop de los Angeles, California, en 1964; 20 litografías en el Atelier Desjaubert de París, en 1969; 15 litografías para la Editorial Polígrafa de Barcelona y 5 para la Editorial Giorgio Alessandrina de Roma. En años más recientes realizó mixografías en el Taller de Gráfica Mexicana. Murió el 24 de junio de 1991 en la Ciudad de México.

Figura de perfil
Mixografía

Con una representación estática y escueto trazo, el artista creó una iconografía muy cercana al espíritu infantil. Aquí, las gruesas lineas oscuras solidifican la imagen, subrayando su carácter justamente iconográfico.

 

Ángeles
Madera de hilo. 1930

La primera etapa de Tamayo produjo imágenes primitivistas de gran ingenuidad. Después el artista llegó a una codificación de un lenguaje entre los varios que tuvo de figuras simples y estáticas.

Rufino Tamayo


Nace en Oaxaca y a los 8 años de edad se traslada a la capital. A los 18 años de edad ingresa en la Escuela de Bellas Artes, antigua Academia, y tras terminar sus estudios pasa los siguientes años pintando en forma independiente hasta sus primeras exposiciones en México D.F. y Nueva York (1926).
A partir de 1938 divide su residencia entre ambas ciudades e inclusive ingresa a dar clasesa a la escuela de artes plásticas de Nueva York la Dalton School.
A partir de entonces realiza numerosas exposiciones en estas dos ciudades que vienen a culminar en una magna exposición en el Palacio de bellas Artes en 1948 titulada "Tamayo, 20 años de labor pictórica".
Tamayo no comparte con los muralistas la necesidad de un arte monumental, heroico : "...aquel periodo inicial (del movimiento muralista) revela cualidades distinguidas y se muestra la preocupación de sus autores por producir un arte que fuera, ante todo, mexicano... pero se ha caido en lo pintoresco y en el descuido a los verdaderos problemas plásticos... convencido de que nuestra pintura debería ser mexicana en esencia,... reaccioné firmemente contra las normas establecidas y, junto con otros colegas, inicié un movimiento tendente a restaurar a nuestra pintura sus cualidades puras".
El hecho es que Tamayo no encabezó un movimiento en contra del muralismo y la opinión en torno a las calidades y atención a los problemas plásticos se doblega frente a los numerosos aportes e ingenio de los muralistas por solucionar los distintos problemas que la plástica les presentaba constantemente.
Cardoza y Aragón escribió: "Rufino Tamayo, creador opuesto, es tan mexicano como los maestros mexicanos y tan pintor como ellos... sus fuentes son el arte precolombino y el arte popular trascendidos hacia una pureza cada vez mayor en la invención y en la síntesis de sus visiones. Lo universal de Tamayo es, en su esencia, lo universal en Siqueiros, Orozco y Rivera, sus rumbos no se cruzan y se aproximan entre sí.
" El propósito central de Tamayo se concentró en el poder expresar por medio de la pintura esencias plásticas: "...producto cuyo valor se deriva únicamente de sus cualidades plásticas... tener los pies firmes, hundidos si es preciso, en el terruño, pero tener también los ojos, los oídos y la mente bien abiertos, escudriñando todos los horizontes. Esa es en mi opinión la postura correcta.
" Tamayo le da así a su pintura una universalidad al recoger, en forma muy personal, las experiencias pictóricas desde el post-impresionismo (Cezanne, Gaugin), el fauvismo y el cubismo. Mientras sus primeras obras mantienen la libertad espontánea de "las fieras", el color es muestra básica de su personal originalidad y libertad poética. De este periodo destacan sus obras "retrato de Olga (1935)", "Llamada a la Revolución" y un buen número de naturalezas muertas; "niña bonita (1937", "Mujeres de Tehuantepec (1939)".
Los animales como un símbolo se instalan en su repertorio desde la década de los años 40. Su personal sentido del color, las yuxtaposiciones de imágenes y tonos le dan a su mundo un carácter personal bidimensional, y no es hasta 1946 cuando Tamayo, con verdadera maestría, introduce en su pintura el movimiento, que si bien atenta contra su conocida bidimensionalidad, gradualmente abre una nueva etapa pictórica al concepto de espacio, un espacio multidimensional.
Tamayo se encuentra en una gran corriente de la pintura contemporánea que otorga mayor importancia a las formas y menos al contenido si bien no le es posible apartarse de este.

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