El sauce y la palma
Luis Pérez Meza
El sauce y la palma se mecen con calma,
sus hojas se visten de un nácar azul,
hermoso sombrío del sauce y la palma,
alma de mi alma, ¡qué linda eres tú!
Qué largas se me hacen
las horas sin verte,
joven de mi alma, dueña de mi amor,
porque eres un ángel bajado del cielo
que le das consuelo a mi pobre corazón.
Al romper el alba la liebre es ligera.
¡Qué lindo es el sol!
¡Qué horrible la fiera!
qué dicha tan grande
del hombre que espera
la fiel compañera, la dueña de su amor.
El sauce y la palma se mecen con calma,
sus hojas se visten de un nácar azul
hermoso sombrío del sauce y la palma
alma de mi alma ¡qué linda eres tú!