Briseño Severiano / El sinaloense

El sinaloense


Severiano Briseño



Desde Navolato vengo,

dicen que nací en El Roble,

me dicen que soy arriero

porque les chiflo y se paran;

si les aviento el sombrero

ya verán con reparan.


Ay, ay, ay, mamá por Dios;

por Dios que borracho vengo;

que me siga la tambora,

que me toquen El Quelite,

después El Niño Perdido,

y por ultimo El Torito,

pa’ que vean cómo me pinto.


Ay, ay, ay, mamá por Dios.


Me dicen enamorado

pero de eso nada tengo,

todos me dicen el Negro,

un negro pero con suerte,

porque si me salta un gallo,

no me le rajo a la muerte.


Ay, ay, ay, mamá por Dios.


Soy de mero Sinaloa,

donde se rompen las olas,

y busco una que ande sola,

y que no tenga marido,

pa’ no estar comprometido,

cuando resulte la bola.


Ay, ay, ay, mamá por Dios.

Regresar