La última caída
Rubén Méndez
Cayendo y levantando fue mi vida
y fue cada caída dolorosa,
pero me levantaba con una nueva herida
pero seguir la senda tormentosa.
Cuando nos encontramos frente a frente
tu amor me remontó por las alturas,
ahora vas a dejarme hundido nuevamente
en un abismo lleno de amarguras.
En las altas y en las bajas de la vida
a ti te tocará caer mas hondo;
la suerte te depara una sola caída,
una sola nomás, pero hasta el fondo.
Qué largas son las horas del tormento
cuando ya no esperamos alborada,
tú seguirás tu rumbo con el remordimiento
de haber hecho mi vida desgraciada.
Por qué no te seguiste sin mirarme,
por qué no me dejaste solo y triste;
yo sé que de este golpe no voy a levantarme,
de tanto que te quise y quisiste.