Cariño
Arturo Neri
Cariño,
por qué no vienes a mis brazos,
si tengo el alma hecha pedazos;
por la crueldad de tu desdén.
Bien sabes,
que necesito tus caricias,
y de tus labios las delicias;
que apaguen con tu amor mi sed.
Si vienes
mi triste noche tendrá estrellas
tus ojos pondrán su luz en
mis tinieblas.
Cariño,
por qué no vienes a mis brazos,
si tengo el alma hecha pedazos,
por la crueldad de tu desdén.