Qué divino
Consuelo Velázquez
¡Ay!, que divino,
qué divino es quererte
y tener yo la suerte
de verte otra vez junto a mí.
¡Ay! ¡Ay!, viva el destino
que retando a la gente
te puso en mi camino,
volviendo divino
lo que era mi cruz.
Muchas veces me pregunto
por qué hay en la vida
dolor y tristeza;
yo me siento en otro mundo
si tú me acaricias
y si tú me besas.
¡Ay! ¡Ay! ¡Ay!, qué divino,
qué divino es besarte
y poder entregarte
este amor tan vehemente
que siento por ti... por ti.