-En en nombre del cielo
os pido posada,
pues no puede andar
mi esposa amada.
-No seas inhumano,
dadnos caridad,
que el Dios de los cielos
os lo premiará.
-Venimos rendidos
desde Nazaret,
yo soy carpintero
de nombre José.
-Posada te pide
amado casero,
por sólo una noche
la Reina del Cielo
-Mi esposa es María,
es Reina del Cielo,
y madre va a ser
del Divino verbo.
-Dios pague señores,
vuestra caridad
y que os colme el cielo
de felicidad.
-Aquí no es mesón,
sigan adelante,
pues no puedo abrir
no sea algún tunante.
-Ya se pueden ir
y no molestar,
por que si me enfado
os voy a apalear.
-No me importa el nombre
déjenme dormir
pues que yo les digo
que no hemos de abrir.
-Pues si es una reina
quien lo solicita
¿cómo es que de noche
anda tan solita?
-¿Eres tú José?
¡Tú esposa es María!
Entren peregrinos,
no los conocía.
-Dichosa la casa
que alberga este día
a la Virgen pura.
¡ La hermosa María !
Entren, Santos Peregrinos, Peregrinos,
reciban este rincón.
Aunque es pobre la morada, la morada,
la damos de corazón.