Vereda tropical
Gonzalo Curiel
Voy por la vereda tropical
la noche llena de quietud
con su perfume de humedad.
En la brisa que viene del mar
se oye el rumor de una canción
canción de amor y de piedad.
Con ella fui, noche tras noche hasta el mar
para besar su boca fresca de amor,
y me juró, quererme más y más
sin olvidar jamás aquellas horas junto al mar.
Hoy sólo me queda recordar;
mis ojos se mueren de llorar,
el alma muere de esperar .
¿Por qué se fue?
tú la dejaste ir, vereda tropical,
hazla volver a mí,
quiero besar su boca otra vez junto al mar
vereda tropical.