Pierrot
Jorge del Moral
Una noche triste estaba Pierrot,
cantando a la luna sus quejas de amor,
todas las estrellas lloraban con él
por la Colombina que fue tan infiel.
Y yo que escuchaba su triste canción,
le dije: “Tu pena es mi pena de amor,
somos compañeros del mismo dolor
por la Colombina que nos traicionó”.
Pierrot, Pierrot,
que cantas tu triste dolor,
también de amor
canto la tristeza de mi corazón.
Por una mujer hermosa y divina
que cruel como Colombina
también destrozó mi amor.
Ya ves, Pierrot,
qué daño nos causa el amor,
pero sin él... nuestras Colombinas
morirían también.