Aunque pasen los años
L. y M. de E. Alarcón Leal
Una noche serena y obscura
me juraste cariño sincero,
me dijiste que en toda tu vida
mi cariño sería lo primero.
Yo no sé qué pensabas entonces
que en silencio besaste mis manos,
con un beso que no he de olvidarlo
aunque pasen y pasen los años.
Ahora sólo me queda el recuerdo,
y el recuerdo me agobia y me mata;
yo no sé qué le debo a la vida
que otra vez a la mala me trata.
Ya no puedo mirarme en tus ojos
ni tampoco soñar en tus brazos,
porque al irte quebraste mi vida
y hasta el alma me hiciste pedazos.
Cuando pueda volver a mirarte
ya verás que se acaba mi llanto,
mientras tanto que siga mi pena
pa´ poder dedicarte mi canto.
Ay, amor, qué tristeza tan grande
la que traigo en el alma prendida,
si tú puedes vivir sin mirame
ven mejor a quitarme la vida.