Alma de cristal
Güicho Cisneros
Tuvo una duda nunca sentida,
vino a mi vida cruel amargura
y rogué porque fueras mía.
Todos mis sueños, mis ilusiones,
tantos recuerdos, mis ambiciones,
morirían con mi desdicha.
Desde lo lejos vino una amenaza
y lloré, pero en tu alma
venció mi esperanza y se fue,
se fue, se fue todo el mal.
Vivan tus labios que mencionaron
ya sin temores nuestros amores,
eres mía, alma de cristal.
Desde lo lejos vino una amenaza
y lloré, pero en tu alma
venció mi esperanza y se fue,
se fue, se fue todo mi mal.