Encadenados
Carlos Briz
Tal vez sería mejor
que no volvieras
quizás fuera mejor
que me olvidaras.
Volver es empezar
a atormentarnos;
a querernos para odiarnos,
sin principio ni final.
Nos hemos hecho tanto
tanto daño;
que amor entre nosotros
es martirio,
jamás quiso llegar
el desengaño,
ni el olvido, ni el delirio,
seguiremos siempre igual.
Cariño como el nuestro
es un castigo,
que se lleva en el alma
hasta la muerte.
Mi suerte necesita
de tu suerte,
y tú me necesitas mucho más.
Por eso no habrá nunca despedida
ni paz alguna habrá de consolarnos,
el paso del dolor ha de encontrarnos,
de rodillas en la vida,
frente a frente y nada más.