Cronología del Cine Mexicano

Loza Pedro

Fecha de Nacimiento(Defunción):México DF (1815-1898)

Nombre: Loza Pedro
Disciplina: Religión
Lugar y Fecha de Nacimiento: México, D.F. ( 1815-1898)

Sinópsis Biográfica: He aquí uno de los personajes más preclaros del Episcopado Mexicano; varón según el corazón de Dios por sus excelsas virtudes; apóstol infatigable que en visita pastoral recorrió el dilatado territorio de Sonora y Sinaloa y muchas veces el de Jalisco, Colima y Aguascalientes; celosísimo Pastor de la Grey espiritual para apacentarla en la verdad y en el bien, mediante la frecuente expedición de documentos pastorales. El señor Loza que andando el tiempo había de ser como el santo de su nombre, apóstol y pescador de almas. Fue hijo de Don Juan Evangelista Loza y de Doña María del Carmen Pardavé a los nueve años de edad tuvo la desgracia de perder a su padre; a los trece se matriculó de alumno externo en el Seminario Conciliar.De 1828 a 1830 cursó humanidades, pasó a la Facultad de Filosofía y desde el principio de los estudios llamó la atención por la lucidez de su inteligencia y por su memoria extraordinaria obtuvo las más altas calificaciones, y, al fin el grado de bachiller que la Universidad le otorgara en 1833, en lo eclesiástico y en lo civil era entonces muy apreciado y en la Jurisprudencia, a la que se dedicó nuestro joven acudiendo a la Cátedra de derecho canónigo regenteada por el Dr. Lázaro de la Garza y Ballesteros.En Culiacán lo ordenaron de Subdiácono y de Diácono dándole la unción sacerdotal el 19 de marzo de 1838. Tuvo los cargos de vicerrector y de maestro de latín hasta 1841. Por haber enfermado el rector lo sustituyó en el puesto y en las cátedras de religión, teología y literatura.EL papa Pío IX trasladado al señor Garza al arzobispado de México en 1850 y este fue sustituido por el Sr. Loza el cual tomó posesión del puesto. Fue preconizado en el Consistorio el 18 de marzo de 1852. Al saberlo el humilde electo, con la debida licencia salió de Culiacán y se dirigió a Puebla donde se le agracio con una capellanía en la Catedral.En 1860 se embarco para San Francisco, Cal., donde le recibió fraternalmente el obispo de la diócesis. No estuvo ni un día ocioso; pronto aprendió inglés y en esta lengua y en castellano predicaba y confesaba y servía los fieles con ejemplar abnegación.El pontífice Pío XI en Consistorio del 22 de junio de 1868 lo trasladó al Arzobispado de Guadalajara, el 21 de noviembre le llagaron las Bulas.La escuelas constituían una de sus más tenaces preocupaciones. Con insistencia las comentaba en las cartas pastorales, en las circulares, en las alocuciones, en los autos de visita; y a él prácticamente se debió la fundación y el sostenimiento de muchas de ellas en muchas parroquias especialmente en la ciudad de Guadalajara, donde nombró una junta directiva de las escuelas presidida por el canónigo Don Florencio Parga.Fue Monseñor Loza un guadalupano fervorosísimo, demostrándolo en las preces que elevaba a la Santa Sede, en las cartas pastorales, en las circulares, y siempre sugiriendo y aprobando todo cuanto estimaba pudiera redundar en culto y honra de nuestra nacional Patrona.En 1884 consagró el santuario de Nuestra Señora de San Juan de los Lagos; para celebrarlo dignamente hubo espléndidas fiestas en Guadalajara y en toda la Arquidiócesis, no ciertamente promovidas por él que era humildísimo sino por el amor de su clero y de sus diocesanos, que no hacían más que corresponder de algún modo a las obras espirituales y materiales que por ellos había hecho, a los sacrificios de todo género que por ellos había arrastrado.Durante su pontificado ordenó a 536 sacerdotes y en su iglesia metropolitana de Guadalajara confirmó la consagración de 9 obispos.Pasados 8 años de su fallecimiento, el 11 de noviembre de 1906, fue exhumado el cadáver y llevado al Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, en donde permaneció hasta el día 14 en que se le condujo a la Iglesia Metropolitana; al triunfo de la Revolución se le impuso este nombre a la antigua calle del Santuario por los años 1915 a1917, los méritos que se encontraron al arzobispo fueron que siempre cumplió con las leyes de la nación y que exigió que se casaran antes por lo civil. En una ocasión varios católicos de Talpa de acuerdo con el Presidente municipal aceptaron pagar una multa para sacar en Procesión pública a la Virgen de esa ciudad al saberlo el Sr. Loza prohibió terminantemente dicha procesión.
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Villaseñor y Villaseñor Ramiro “ Las calles de Guadalajara “ (Tomo 2 p 385-393)
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