Oyelo bien
Abel Domínguez
Rondando por el mundo me enseñaron
que es imposible amar sin el olvido
pero antes que lo hubiera yo aprendido
mis ojos se nublaron de llorar.
Por eso en mi vivir
cansado de sufrir
ya puedo en el amor aconsejar.
No le debes tú nunca decir a una mujer
lo que la quieres
pues es muy difícil conocer
el corazón de las mujeres.
Y por más que tu amor se desespere
no se debe asomar porque se muere.
Si le tienes tú veneración
a una mujer no se lo digas.
Ni jamás le formes un altar
en tu querer porque te olvida.
Mientras más vea que la desprecias
más que querrá y nunca ya
te olvidará.