Destino
Armando Domínguez
Leyeron en la palma de mi mano
la línea de mis bienes y mis males,
y nunca me dijeron
mi destino de amor.
¡Ay! vida,
¡ay! que negro destino,
qué difícil camino
y lo tengo que andar.
Destino,
si ella supo, olvidarme,
haz que vuelva a adorarme
no la puedo olvidar.
Queriéndola yo
me la supiste robar,
destino tan cruel,
daga mortal.
Destino,
haz que vuelva a mi lado,
ya que a mi lado,
ya que tanto he llorado
por ese ingrato amor.