Palmerín-Sánchez Pinto / El rosal enfermo

El rosal enfermo

Ricardo Palmerín-Lázaro Sánchez Pinto


Junto al pie del muro, donde se sentaba

cuando me esperaba, había un rosal;

un rosal enfermo, que no daba flores

pero que adornaba, con verdes colores,

pero que adornaba, con verdes colores,

el blanco mural, el blanco mural.


Y entre tantas flores, fue su preferido,

aquel rosal triste, falto de cuidado

le dio nueva vida, lo hizo renacer;

el rosal enfermo, pagó sus favores

cubriendo la tapia, de amarillas flores,

flores de tristeza, algo de su ser.


Y se fue muy lejos,

y dejó mi amada

tristeza en las flores,

la casa cerrada

con su ausencia, todo

dejó de existir;

y el rosal enfermo

falto de cariño,

lo mismo que un niño, se dejó morir,

lo mismo que un niño, se dejó morir.


¡Oh mi bien amada!

¡Oh mi virgencita!

¿por qué con tu ausencia

todo se marchita,

si tu ausencia mata .....(?)


te ausentas así?

y el rosal enfermo

murió de no verte,

tu ausencia y olvido

causaron su muerte

lo mismo, lo mismo

me pasó a mí.

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