Jiménez José Alfredo / El caballo blanco

El caballo blanco


José Alfredo Jiménez



Este corrido del caballo blanco

que un día domingo feliz arrancara;

iba con la mira de llegar al norte,

habiendo salido de Guadalajara.


Su noble jinete le quitó la rienda,

le quitó la silla y se fue a puro peo;

cruzó como rayo tierras nayaritas,

entre cerros verdes y azul del cielo.


A paso más lento llegó hasta Escuinapa,

y por Culiacán ya se andaba quedando.


Cuentan que los mochis ya se iba cayendo,

que llevaba todo el hocico sangrando.


Pero lo miraron pasar por Sonora

y el Valle del Yaqui le dio su ternura;

dicen que cojeaba de la pata izquierda

y a pesar de todo, siguió su aventura.


Llegó hasta Hermosillo y siguió pa´Caborca,

y por Mexicali sintió que moría;

subió paso a paso, por la Rumorosa,

llegando a Tijuana con la luz del día.


Cumplida su hazaña se fue a


y no quiso echarse hasta ver Ensenada.


Este fue el corrido del caballo blanco

que salió un domingo de Guadalajara.

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