Musmé
Como un loto desmayado
era pálida Musmé;
era su semblante pálido
como un lirio reflejado
en una taza de té.
En el triste Yoshiwara
se escuchaba su canción:
y como una porcelana
se me rompe el corazón.
Ojos claros de luna,
rostro de seda y marfil;
en el pesar de su angustia
se quejaba igual que una
prematura flor de abril ...
Y una tarde de repente,
tronchada por el dolor,
como un suspiro que muere
apacible y dulcemente
Musmé se murió de amor.