Dos cruces
Carmelo Larrea
Sevilla tuvo que ser
con su lunita plateada
testigo de nuestro amor
bajo una noche callada.
Y nos quisimos los dos
con un amor sin pecado
pero el destino ha querido
que vivamos separados.
Están clavadas dos cruces
en el monte del olvido
por dos amores que han muerto
que son el tuyo y el mío.
¡ Ay ! barrio de Santa Cruz
¡ ay ! plaza de doña Elvira
los vuelvo yo a recordar
y me parece mentira.
Ya todo aquello pasó
todo quedó en el olvido
nuestras promesas de amores
en el aire se han perdido.
Están clavadas dos cruces
en el monte del olvido
por dos amores que han muerto
que son el tuyo y el mío
que son el tuyo y el mío.