Aquí traigo un sentimiento
que me agobia y que me mata
de acordarme de la ingrata
que trató de abandonarme
no quisiera ni acordarme
no quisiera ni acordarme
de esa ingrata y cruel mujer
que siendo yo su querencia
no me supo corresponder.
Yo le pregunte a la palma
que si estaba en el florero
pa´mandarle por correo
cuatro suspiros del alma
!pobrecita de la palma,
de la palma!
con el sol se marchitó
y así se marchitami alma
cuando tú le dices que no.