Vagabundo
Federico Baena
Soy un pobre vagabundo
sin hogar y sin fortuna
y no conozco ninguna
de las dichas de este mundo.
Voy sin rumbo por la vida,
el dolor es mi condena,
y en licor calmo mi pena
porque el amor es mentira.
No me importa lo que digan
de mi corazón bohemio,
me emborracho porque llevo
en el alma una tragedia.
Y así voy por el camino
que el destino me condena,
porque al fin seré en la vida
vagabundo hasta que muera.
No me importa lo que digan...