Fatalidad
Gonzalo Curiel
Soy soñador que persigue
una inútil promesa
soy forjador
de ilusiones de rara belleza,
pero mis sueños la fatalidad desvanece
como una tarde de lluvia
en que el sol adormece.
Tus ojos, tu boca, tus manos,
sensual ramillete;
son dardos sutiles que hieren cual fino florete,
ternura y afanes, nostalgias de plata,
romance bañado de luz escarlata.
Yo llevo en mi ser
una herencia fatal de tristeza,
que puede manchar de amargura
tu blanca nobleza,
por eso me alejo, por eso te pido
que me finjan tus ojos la crueldad del olvido.